Fabricación de chocolates y etanol permitirá desarrollar el VRAE por valor agregado, señalan

Un grupo de agricultores de la zona del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Vrae) viene apostando por darle plantean ponerle valor agregado a los cultivos sustitutos a la hoja de coca, como la caña de azúcar y el cacao a través del etanol y el chocolate respectivamente, como una forma de propiciar el desarrollo.
Así lo señaló el empresario y dueño de la hacienda Luisiana, ubicada en la provincia La Mar-Ayacucho, Guillermo Parodi, al señalar que “tenemos un reto que es el impulsar el desarrollo del valle, por ejemplo aquí tenemos un cultivo ejemplar: el cacao orgánico y aromático, ahora hay que darle valor agregado, por que si lo comercializamos solo como grano nos quedaremos pobres, pero si lo convertimos en un buen chocolate avanzaremos un peldaño más”.
Agregó que con la producción de caña de azúcar se pueden implementar varios proyectos, como la fabricación de etanol papel o caramelos orgánicos. “Hasta se puede hacer un proyecto en ganadería con el cogollo de la caña”, detalló.
“Lo que nos falta es volumen y apoyo técnico serio, debemos poner en práctica estas iniciativas para poder avanzar, por ello el Estado, la PNP y nosotros debemos trabajar mano en mano para tener un clima de paz y desarrollo”, comentó Parodi.
El empresario enfatizó, no obstante, que esta meta implica un trabajo de por vida y no de algunos años.
Estas declaraciones las ofreció en el marco de la suscripción de acuerdo para la sesión de uso del Aeródromo de Luisiana, perteneciente al sector privado y que ha dado en concesión a la PNP por 30 años.
“Luisiana es un punto estratégico para las operaciones policiales, este aeródromo que fue hecho por mis padres se creo con el objetivo de propiciar el desarrollo de los productos, de la gente, que haya conectividad, servicio a la ciudadanía y que socialicen más, por ello hoy después de más de 20 años de haber sufrido el ataque terrorista reactivamos este espacio para que la PNP trabaje en el”, dijo Guillermo Parodi.
El aeródromo se encuentra a mil 910 pies sobre el nivel del mar y la pista de aterrizaje tiene mil 200 metros de largo y 40 metros de ancho.