Se estudia la forma de articular la iniciativa en dos ministerios. Programa fue validado en régimen El que en zonas altoandinas se produzcan hortalizas variadas, crezca el pasto verde todo el año y se consuma carne de animales menores varias veces a la semana por familias de escasos recursos son los logros que consiguió el programa Sierra Productiva en los últimos años, gracias al uso de diferentes tecnologías en el campo. Estos resultados, que han sido posibles sin el apoyo estatal hasta hoy, ahora servirán como modelo por parte del gobierno del presidente Ollanta Humala en su decisión de establecer una política de inclusión social.
Para ello, el despacho de Agricultura y el encargado de crear el ministerio de inclusión social, Kurt Burneo, coordinan la mejor manera de articular Sierra Productiva a la tarea pendiente de incluir las zonas menos favorecidas al desarrollo económico del resto del país, según informó a el viceministro de Agricultura, Juan Rheineck.
Hace unas semanas Rheineck y Burneo se reunieron por separado con el artífice de este programa, el cusqueño Carlos Paredes, quien les propuso que trabajen bajo un convenio, de tal manera que el próximo ministerio por crearse sea el ente rector y el de Agricultura, el ejecutor, para evitar la contraposición de esfuerzos.
Por lo pronto, Rheineck comentó que se busca la fórmula para integrar de manera rápida Sierra Productiva a los programas existentes en Agricultura, de tal manera que se evite todo el proceso de formular una nueva área y, con ello, tener que tramitar el tema ante el Ministerio de Economía y Finanzas.
“El interés es que los sectores empobrecidos de las zonas rurales puedan ser incluidos en el desarrollo económico a través de aspectos productivos, no solo de asistencialismo, que son posibles bajo Sierra Productiva”, apuntó.
Paredes afirmó que Burneo también se mostró muy interesado con el programa. “Nosotros le hemos planteado a Burneo que Juntos sea una de las vías para introducir el programa. Allí se destinan 100 soles al mes a 400 mil familias. El gasto mensual asciende a 50 millones de soles, es decir 600 millones de soles por año. Con ese dinero, 250 mil familias campesinas de pequeña producción derrotarían la pobreza y la desnutrición, dando el salto a convertirse en emprendedoras”, sostuvo.
Paredes tocó las puertas innumerables veces del gobierno anterior para que hicieran suyo el modelo de desarrollo de Sierra Productiva. Solo a finales de la administración de Alan García, el Foncodes creó Mi Chacra Productiva, que tomó como base el desarrollo de 10 de las 18 tecnologías del programa original.
Pese a considerar que hubo algunas ausencias en Mi Chacra Productiva, Paredes informó que el programa quedó validado por una organización internacional. Efectivamente, la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico (Swisscontact) emitió el 22 de julio último una evaluación del programa a pedido del anterior gobierno, para determinar si se cumplieron los objetivos trazados.
En las conclusiones se señala: “El programa ha sido una experiencia que ha cumplido las metas trazadas, de una manera eficiente, a pesar de las limitaciones presentadas en su implementación con logros tangibles en todas las tecnologías”. También indica que la iniciativa ha logrado que las familias mejoren su capacidad productiva, básicamente por la tecnología de riego por aspersión, especial para el cultivo en las laderas, donde están los campesinos del país.
Para Carlos Aramburú, catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el anuncio del gobierno del presidente Humala de hacer suyo este proyecto resulta positivo, porque no solo se debe establecer programas asistencialistas para las familias más empobrecidas del país.
Sin embargo, consideró que el Estado debe trabajar además la mejor forma de acercar a estas familias a los mercados, tanto regionales como también internacionales. “Hay que tener cuidado porque muchos programas comienzan por la parte productiva, pero descuidan el mercado, lo cual finalmente puede ser un obstáculo para que esas familias sigan desarrollando su economía. Agricultura y comercio deben ir de la mano”, apuntó tras indicar que esa debe ser una tarea del aparato estatal y no de un solo ministerio. También incluir a los gobiernos regionales y locales es otra necesidad, indicó.
Por lo pronto, Paredes afirmó entusiasmado que bajo este camino será posible desaparecer la pobreza del país en los próximos cinco años. La última palabra la tiene hoy el actual gobierno.
LAS CIFRAS
S/.2.000
Primer año
Este es el valor que requiere el desarrollo de las diez primeras tecnologías que integran el programa, entre ellos, el sistema de riego por aspersión y los huertos.
S/.8.000
Segundo y tercer año
Es el costo de las siguientes ocho tecnologías del programa. Allí se encuentran las termas y cocinas solares, los baños secos, huerto con fitotoldo biodigestor, entre otros.
200 mil
Resultados
Es el número de familias favorecidas con el programa que empezó hace unos 17 años, en un pueblo cusqueño.anterior. El reto ahora es abrir mercados.
(comercio)