La Asociación Peruana de Productores de Arroz (APEAR) informó que el abastecimiento del arroz en el Perú está asegurado y que el precio se debería mantener estable todo el año
A pesar de la disminución del agua en la zona del norte del país, situación que ha influido en que este año se dejen de sembrar 24,528 hectáreas (Has), la producción de arroz estaría asegurada y los precios en el mercado se deberían mantener estables, según análisis de la Asociación Peruana de Productores de Arroz (APEAR).
Víctor Vásquez Villanueva, director general de APEAR, aseguró que la producción de arroz no ha caído como asegura el Ministerio de Agricultura (MINAG), sino que es una iniciativa del gremio arrocero para no permitir un exceso de más de 336,000 Has, sembradas con el cereal, respondiendo a una política errónea del Estado, que consiste –según sostiene Vásquez Villanueva- en promover el incremento desmesurado de las hectáreas sembradas, manejando de esta manera el incremento del valor bruto de la producción y generando especulación en el mercado interno.
Voz de protesta
“El Perú es un país autoabastecido de arroz, cualidad que le ha costado pérdidas económicas a los productores en el 2010, donde fueron sembradas 400 Has en demasía, ocasionando la pérdida del excedente en el mercado interno”, afirmó la máxima autoridad de la APEAR.
Por otro lado, continuó “la escasez de agua y el retrazo de las lluvias significaron pérdidas de 24,528 Has; Lambayeque (69,3%), Piura (21,7%) y 9% restante en las zonas de la Selva alta (Jaén, San Ignacio y Tocache). Un factor adicional ha sido el cambio de temperatura y riegos inoportunos que han ocasionado una merma de 8% en las próximas cosechas”, aseveró.
Asimismo, Vásquez Villanueva aseguró que la caída del dólar (-2,8%) y la eliminación de los aranceles “en nombre de la competitividad”, han impulsado la importación de arroz. En lo que va del año se importó 28,3 TM, lo que representa un 33,6% más que lo registrado en el periodo 2009. Según Vásquez Villanueva, esta situación la generan los lobbies formados “para traficar con las importaciones del cereal”.
“Las importaciones alimentarias no solo representan fuga de divisas, sino que originan desempleo rural y a la larga, retracción en los precios de chacra a los productores. Las importaciones alimentarias cuestan al país US$ 1,400 millones y más de 300 mil puestos de trabajo”, sostuvo.
Por otro lado, el funcionario de APEAR aseguró que desde el inicio de la campaña se solicitó al Ejecutivo, por medio de un proyecto, que se sembrara trigo y maíz en las hectáreas que se dejarían de sembrar arroz, sin embargo, según afirma, no han obtenido respuesta. “De la misma manera ha sucedido con el proyecto de asistencia técnica y mejoras de las practicas productivas en el cultivo arroz, para las zonas rurales del norte, presentado hace tres meses al Ministerio de Agricultura, el cual tampoco se ha obtenido ninguna respuesta”, manifestó.
“La ineficiencia de las instituciones del Gobierno central como; MINAG, AGRORURAL, INIA; entre otras nos hace pensar que el clima y tantas otras excusas para alarmar a la población sobre la escasez de arroz, han sido solo una justificación para cubrir el gran negocio mediático que significa la importación de arroz, en perjuicio del agricultor”, concluyó.
(agraria.pe)