San Martín impulsa siembra de piñón blanco en suelos deforestados para enfrentar cambio climático

Para combatir los efectos del calentamiento global, enfrentar la deforestación y, a la vez, generar ingresos económicos para los agricultores, el gobierno regional de San Martín trabaja en la investigación y promoción de la siembra de piñón blanco en suelos degradados y en la consolidación de una cadena productiva del cultivo.
Félix Campos, coordinador del proyecto Piñón perteneciente a la Dirección Regional de Agricultura, precisó que al momento hay 550 hectáreas de piñón blanco instaladas en el departamento de San Martín, ubicado en la selva norte.
Precisó que del total de hectáreas instaladas, algunas de ellas en producción, 15 pertenecen a la estación experimental El Porvenir del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), 221 al proyecto Piñón y las restantes a empresarios privados.
Hay dos proyectos sobre el piñón que se ejecutan con fondos de la administración regional: una iniciativa de promoción que es el proyecto Piñón y una investigación que lidera el INIA.
“El piñón es una planta muy rústica que soporta condiciones extremas de suelo y de clima. La consideramos una especie que puede ayudarnos a recuperar los suelos degradados y deforestados”, dijo tras señalar que en San Martín hay alrededor de un millón 400 mil hectáreas deforestadas.
Campos indicó que del total de hectáreas deforestadas han sido identificadas 400 mil, que podrían utilizarse para el cultivo de piñón blanco. “El piñón nos sirve como una especie reforestadora porque su tiempo de vida está por encima de los 50 años en forma natural”, sostuvo al señalar que el proyecto se inició en 2008, pero tomó mayor fuerza el año pasado.
El proyecto de promoción Piñón, dijo, tiene como objetivo capacitar a técnicos, profesionales, agencias agrarias y productores en la siembra y el manejo de este cultivo. “Los organizamos, formalizamos y se les apoya. Por ser un cultivo nuevo, hasta que se logre el manejo adecuado, los apoyamos con insumos y asistencia técnica permanente”, refirió.
“Como proyecto de promoción tenemos 221 hectáreas establecidas ya con agricultores seleccionados y también con productores individuales e instituciones interesadas en este cultivo, a los cuales se les capacita.”
El especialista manifestó que la actividad también representa una oportunidad económica para los agricultores al vender el piñón blanco como materia prima para la elaboración de biodiésel o aceite vegetal carburante.
Comentó que la cooperativa de productores agroenergéticos de Leoncio Prado, ubicada en San Martín, tiene una pequeña planta procesadora de aceite vegetal de piñón, por lo que acopia la producción local.
“También hay empresas que acopian las semillas de piñón blanco como materia de investigación, por ejemplo, para evaluar su rendimiento”, culminó.