La chirimoya Cumbe posee todos los atributos que se necesitan para conquistar los más exigentes paladares del mundo. Ezard Pérez, coordinador general del Festival de la Chirimoya en San Mateo de Otao, en Huarochirí, manifestó que la meta es exportar a grandes mercados como Estados Unidos, Europa y Asia, en un período máximo de dos años.
“Nos preparamos para conquistarlos, ya que hasta la fecha la notoriedad de nuestro producto de bandera ha traspasado fronteras latinoamericanas como las de Ecuador y Bolivia, pero de manera simbólica”, señaló Pérez.
Una gran dificultad que presenta esta fruta para la exportación es su extrema sensibilidad, la cual hace muchas veces inviable el despacho al extranjero. Basta un pequeño golpe o un simple arañón sobre su frágil piel para que el producto sea descartado, ya que no soportará el viaje.
Explicó que la exportación del producto requiere de procedimientos bastante elaborados.
“Debemos contar con todo un manejo de exportación, que comprende selección y clasificación, pulido, lavado y desinfección, tratamiento hidrotérmico, enfriado, secado, encerado y el embalaje en unas cajas especiales con soportes apropiados”, refirió Pérez.
“Esto hace más complejo el proceso de exportación, pero ya trabajamos para cumplir con esos requisitos y conquistar cada vez más paladares en el mundo.”
Como agricultor conocedor sostiene que la excelencia de la chirimoya Cumbe “ha mejorado la calidad de vida en el valle de San Mateo de Otao, porque genera trabajo, empresa, desarrollo”.
Pérez comentó que representan un pueblo unido y que las ganas de conquistar más mercados con su producto de bandera los motivó a registrar el nombre de la chirimoya Cumbe ante el Indecopi, en 1997.
“Desde esa fecha acordamos realizar el Festival de la Chirimoya Cumbe, todos los años, teniendo como día de festejo el último domingo de mayo, para hacerle difusión a la marca y decirle a la gente que no se deje engañar, porque sabemos que nos piratean el logotipo. Todos deben saber que la verdadera chirimoya Cumbe tiene el logotipo con el color de fondo amarillo y contorno naranja, el fondo verde es una imitación, una piratería total”, aseveró el poblador.
El Festival de la Chirimoya Cumbe se realiza hoy domingo en la explanada del pueblo, a partir de las 10:00 horas.
Mercado limeño
Del 100 por ciento de chirimoyas que producen anualmente, el 90 por ciento va para el mercado limeño y el 10 restante se divide entre las provincias de Perú y otros países como Ecuador y Bolivia.
La chirimoya más grande del lugar ha llegado a pesar 4 kilos 300 gramos.
Posee valiosas propiedades medicinales que la hacen recomendable para quienes sufren afecciones cardiacas, desnutrición y enfermedades nerviosas.
Se consume en helados; se utiliza como ingrediente para innumerables postres, mermeladas y refrescantes bebidas como yogur, zumos, jugos e incluso licores.
En tiempo de cosecha el valle abastece semanalmente a Lima con 450 toneladas de chirimoya.
Este producto tiene un alto valor nutritivo, tonificante y vigorizante, debido a su riqueza en azúcares, y llega a tener hasta un 20 por ciento de ésta, con propiedades similares a la glucosa y sacarosa. Contiene, además, importantes proporciones de calcio, fósforo y hierro.
La chirimoya es recomendable en los regímenes de dieta adelgazante, debido a que produce un efecto de saciedad y es regulador del nivel de glucosa en la sangre, por la fibra que posee.
El nombre chirimoya proviene del quechua “chirimuya”, que significa semillas frías.
Esta fruta se cultiva en el país desde hace más de 2,000 años; según atestiguan las imágenes encontradas en vasijas y cerámicas de culturas preincaicas, como la Mochica.